Al tratarse de estilos de combate que hace tiempo dejaron de practicarse, nuestras fuentes principales para su estudio son los tratados históricos contemporáneos a las disciplinas y panoplias con las que queremos trabajar.



Gracias a esos libros podemos conocer como era el manejo de diferentes armas, conceptos biomecánicos, estrategias de combate, etc. Sin embargo, no se puede acceder a los tratados directamente como si fueran manuales de instrucción modernos, ya que entre unos y otros, hay una enorme distancia en la didáctica, generada por una gran cantidad de barreras culturales, metodológicas, idiomáticas, contextuales, etc. que han de ser salvadas mediante un extenso trabajo de estudio, interpretación y experimentación a través de la práctica.
Sin ese trabajo previo, es muy fácil caer en falacias marciales que solamente funcionan en un contexto deportivo moderno y que serían de difícil aplicación en su marco original.
Afortunadamente, a día de hoy hay gran cantidad de transcripciones y traducciones de los antiguos tratados a diferentes lenguas modernas, por lo que está superada la principal de las barreras anteriormente mencionadas.
Por otro lado, también disponemos de gran cantidad de interpretaciones de dichos tratados, obras de gran utilidad pero que, para bien o para mal, ponen al lector en manos de las conclusiones del autor que pueden ser acertadas o no.

En nuestra escuela trabajamos directamente con transcripciones modernas de fuentes históricas, estudiando una serie de obras de referencia, fundamentales para dar contexto a las HEMA.
No nos podemos circunscribir a una escuela u obra en particular ya que, la información obtenida de tratados concretos es parcial e insuficiente para recrear una realidad marcial que pueda ser practicada de manera efectiva y veraz.
Por ello, tomamos referencias cruzadas de diferentes autores que junto con nuestro trabajo práctico en la palestra, nos permiten generar un corpus teórico con una base histórica sólida y diversa con la que conocer diferentes armas y escuelas de la Europa medieval y renacentista, a través de una metodología de enseñanza aplicable a nuestra práctica en el siglo XXI.
Después de esta primera fase en la que hemos adquirido unas bases culturales y de contexto histórico, es cuando podemos comenzar el estudio exhaustivo de una obra o autor en particular, ya que tendremos los conocimientos necesarios para abordar esa labor con ciertas garantías de éxito.
Actualmente tenemos el privilegio de poder acceder de manera libre a digitalizaciones de cientos de tratados históricos gracias a diversos proyectos, siendo el más importante Wiktenauer.
