
Con Ars Palestrinæ, Artes de Palestra, Artes de Palestrina o Paléstrica, nos referimos a la esgrima que se realizaba en los reinos hispanos durante la Baja Edad Media y el Renacimiento, sobre todo al juego con espada y broquel, aunque anteriormente también se usaba en referencia a la lucha.

No hay que confundirla con la Verdadera Destreza de las Armas que fue una corriente posterior y que estuvieron enfrentadas durante el tiempo en el que compartieron espacio. Siendo las Artes de Palestrina menospreciadas por ser consideradas “vulgares” y, por lo tanto, no “verdaderas”.
Sin embargo, y más allá de las apreciaciones históricas de los seguidores de la Verdadera Destreza, las Artes de Palestra estaban integradas de manera formal en los diferentes gremios de esgrimidores, tal y como atestiguan diferentes cartas de examen pertenecientes a las jurisdicciones castellana y aragonesa, ambas con una estructura propia regentada por la figura del Maestro Mayor.
En la actualidad hemos rescatado este término para definir la práctica de nuestra escuela y denominamos Artes de Palestra a las diferentes disciplinas que se estudian en esta y otras palestras asociadas.
Interpretamos los conceptos y técnicas mostrados en antiguos tratados ibéricos y de otras partes de Europa para desarrollar sistemas de combate, con armas o sin ellas, en el contexto de un arte marcial moderno aunque cargado de tradición.
En nuestro ejercicio de arqueología experimental nos servimos de un equipo de protección contemporáneo y de armas adaptadas para una práctica segura que, junto a una metodología perfectamente estructurada, nos permite practicar una disciplina integradora y abierta a gran diversidad de condiciones físicas.
Las Artes de Palestra están dentro del marco de la comunidad internacional de las HEMA – Historical European Martial Arts – poniendo el foco en el desarrollo de un arte marcial con estructura tradicional y dejando en un segundo plano la vertiente deportiva que actualmente es la predominante en el entorno de las HEMA.
