También conocida como espada larga, bastarda o de mano y media, bajo estas denominaciones tenemos una serie de espadas que se dan desde finales del siglo XIII hasta la segunda mitad del siglo XVI.
En multitud de ocasiones se usa de manera indistinta un término u otro para referirse a la misma arma, puesto que básicamente nos referimos en todos los casos a espadas rectas de doble filo que se empuñaban con ambas manos, sin embargo había diferencias sustanciales entre las mismas.
Como espada bastarda o espada de mano y media solemos ver las tipologías más tempranas que son una evolución directa de las espadas de una mano, de hecho las espadas bastardas tienen pomos de tipo discoidal en muchos casos al igual que sus antecesoras. Estas espadas están pensadas para ser esgrimidas a una o dos manos, siendo más aptas para la batalla que para la sala de armas o el duelo.
La espada a dos manos o espada larga es una evolución de la espada bastarda, alargándose la hoja para dar mayor alcance al arma y el puño para permitir mayor libertad a la hora de realizar acciones con el arma usando ambas manos. En este caso estamos hablando de un arma que salvo contadas acciones siempre se usa con los dos brazos.
Dentro de las espadas largas – o montantes como se las definía en la península ibérica – tenemos gran variedad de modelos, pesos y longitudes – Variaban entre los 1350 y los 1800 gramos de peso y los 115 a los 140 centímetros de longitud aproximadamente –
Conforme nos adentramos en el siglo XVI vemos que al igual que sus homólogas de una mano, sus guardas se van volviendo más complejas añadiéndole anillos, bigoteras y otras defensas

Nuestros Estilos
Espada a una mano, sola o acompañada de broquel, adarga, rodela o daga
Arma de asta
Lucha sin armas y Daga